Tolar Grande

PUNA DE LOS ANDES

En el corazón de la Reserva de los Andes, rodeado de volcanes que cuentan la historia de antiguos habitantes como el Llullaillaco, Tolar Grande es un lugar imperdible para disfrutar de la belleza impactante de la Puna, con sus inmensos salares y sus ojos de mar; un paisaje inolvidable.

Tolar Grande

Ubicado a 387 km de la capital (8 hs 30 min) y rodeado de volcanes que cuentan la historia de antiguos habitantes como el Llullaillaco, Tolar Grande es un lugar imperdible para disfrutar de la belleza impactante de la Puna, con sus inmensos salares y sus ojos de mar; un paisaje inolvidable.

Montañismo en la Puna

Tolar Grande es el lugar ideal para los amantes de las montañas y sobre todo de las que cuentan una historia, como el increíble Volcán Llullaillaco, que con sus 6.739 msnm es la montaña sagrada donde se encontró uno de los tesoros del mundo andino más importantes de nuestra era, los cuerpos congelados de tres niños incas.

La extensa Reserva Provincial Los Andes

Casi toda la Puna salteña se encuentra protegida por esta inmensa reserva de más de 1.440.000 ha, siendo una de las más extensas de Argentina. La fauna con la que te encontrarás es principalmente la vicuña, hermoso camélido muy popular en estas regiones. El paisaje que la compone es uno de los más impactantes de Salta y entre las curiosidades del paisaje que se puede conocer están los Ojos de Mar y el peculiar Cono de Arita.

Cono de Arita

En medio del Salar de Arizaro, el tercer salar más grande del planeta, se encuentra este perfecto cono formado naturalmente de sal negra de origen volcánico, el cual sorprende y asombra cuando se llega. Para los amantes de lo misterioso e inexplicable, el Cono de Arita, con sus 200 metros, es su lugar en el mundo.

Cerro Macón

Cada tercer sábado de noviembre se realiza el ascenso al Cerro Macón, de 5.611 msnm; es un ritual ancestral en donde se puede compartir con los habitantes de Tolar Grande la inolvidable y mágica experiencia de agradecer por el agua que la montaña le provee a esta árida región.

El Arenal

A tan solo 8 km del pueblo de Tolar, este circuito nos adentra en una de las zonas más áridas en las cercanías del pueblo de Tolar Grande; se transita por el interior de inmensos bancos de arena rojiza que se acumuló en el sector denominado “El Arenal”. En este punto, ascendiendo enormes médanos se obtiene una vista magnífica de la Cordillera de los Andes.

Cueva del Oso

Se encuentra al norte de Tolar Grande, a 3 km de distancia, unos 10 minutos en auto y unas dos horas a pie, desde el pueblo ida y vuelta. En el trayecto se observa la tierra árida y la sequedad de la Puna, que da una sensación de estar en otro planeta.

Salar de Arizaro

Está rodeado por volcanes y nevados que se encuentran entre los más altos del planeta, como el Llullaillaco, el Socompa y el Arácar. Recorrerlo permite disfrutar del impresionante paisaje que brindan sus extensas salinas, ideal para realizar actividades como travesías 4x4.

El Mirador

Se encuentran al noroeste de Tolar Grande a 4 km de distancia. En el trayecto se observan cerros de sal y banco de yesos; llegando a la cima se puede tener una vista espectacular de la zona y de los volcanes como el Llullaillaco que la rodean.

Mina Julia y La Casualidad

En Mina Julia, a 5.505 msnm, solían vivir y trabajar más de 600 mineros, mientras que el Campamento La Casualidad, a 4.200 msnm, albergaba a unas 3.000 personas. Este destino es ideal para ser visitado sin prisa y adentrarse en las edificaciones abandonadas de este verdadero “pueblo fantasma” para revivir la historia de Tolar Grande.

Laguna Santa María

Luego de recorrer un paisaje de extrema aridez y a 4.000 metros de altura, aparece la laguna Santa María, de incomparable belleza con el volcán Incahuasi. En las aguas azules nadan, caminan y vuelan parinas, patos, gallaretas y cantidad de flamencos rosados. Una postal inolvidable.

Los llamativos flamencos rosados

Tolar Grande es el lugar ideal para realizar la observación de estas increíbles aves típicas de regiones andinas, también llamadas parinas, que se encuentran alrededor de los espejos de agua en plena puna.

Paisajes imperdibles

En Tolar Grande, la inmensidad del paisaje envuelve con bellezas naturales que no se pueden olvidar. Una foto panorámica en Las Siete Curvas y el Desierto del Diablo, recorrer el increíble Cono de Arita, admirar los impactantes cordones montañosos y visitar los ojos de mar en medio del bellísimo Salar de Arizaro, son experiencias únicas para los visitantes.

Volcán Llullaillaco, la Montaña Sagrada

La Doncella, La Niña del Rayo y El Niño fueron encontrados en 1999 en la cima del Volcán Llullaillaco, en perfecto estado de conservación. Las montañas tienen la particularidad de haber sido elegidas como lugares sagrados o santuarios para realizar ofrendas en la celebración de antiguas poblaciones de la zona. Este tesoro andino se encuentra hoy en exhibición en el Museo de Arqueología de Alta Montaña en la capital salteña, en donde se vive la increíble experiencia de conocer el ambiente, los sonidos y la representación del lugar en donde fueron hallados los “Niños del Llullaillaco”.

Niños del Llullaillaco

Los "Niños del Llullaillaco" fueron ofrendados a más de 6.700 metros de altura, en la cumbre del legendario Volcán Llullaillaco, hace cinco siglos atrás. Sus tumbas son las más altas que el hombre jamás haya construido en el planeta. Estos niños-dioses (en calidad de huacas o posibles mensajeros de los dioses) son los seres humanos que estuvieron más próximos a la refulgente divinidad de los Incas, el Sol.

Trekking de Altura

En Tolar Grande no se puede dejar de realizar esta actividad en medio de un paisaje majestuoso. Desde caminatas sencillas hasta las opciones más demandantes de la alta montaña, siempre se está rodeado de increíbles macizos de color rojizo. Para esta actividad en la Puna se requiere de entrenamiento previo e indumentaria especial; se sugiere realizar los circuitos a través de agencias con guías y prestadores habilitados.

Sandboard

La arena de la Puna permite practicar en El Arenal el sandboard, en donde se puede experimentar la adrenalina de descender en tablas en medio de un increíble paisaje puneño.

Travesías en 4x4

Se puede recorrer las vastas extensiones de montañas y salares que regala esta región en 4x4. Un desafío con mezcla de adrenalina.

Las Siete Curvas

Son formaciones de tonos rojizos de una belleza descomunal, que dejan sin aliento a quienes las recorren.

La Cultura Andina

La cultura andina se encuentra reflejada en el ser y sentir de los habitantes de pueblos puneños, como Tolar Grande. Se puede revivir el pasado precolombino disfrutando de las tradiciones, creencias y costumbres manifestadas en la gastronomía, las danzas y celebraciones que se mantienen hasta nuestros días.

La Pachamama

El 1º de agosto, la madre tierra recibe las ofrendas de quienes le rinden culto a esta deidad tan honrada a lo largo de la cordillera. Se puede ser parte de este ritual, que combina la religiosidad cristiana con el mundo andino.

Artesanías

Los laboriosos artesanos de esta zona se caracterizan por los tejidos realizados con agujas de espinas de cardón y peines de hueso, con diseños andinos, hechos de lana pura de llamas y ovejas criadas en la zona.

Santuarios de altura Volcán Llullaillaco

Las montañas de los Andes son únicas en su tipo y fueron elegidas por los antiguos habitantes para realizar ofrendas a sus dioses. En Salta, se destacan entre otros el Chuscha (5.412 msnm), el Quehuar (6.130 msnm) y el Llullaillaco (6.739 msnm), este último declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ya que forma parte del Qhapaq Ñan o Camino del Inca.

Refugio Provincial de Vida Silvestre Ojos de Mar

Los fanáticos de paisajes soñados, unos kilómetros antes de  llegar a Tolar Grande, pueden disfrutar de los increíbles ojos de mar en medio de las salinas a la orilla de la ruta, en donde se descubrieron hace un tiempo las bacterias vivas más antiguas que dieron origen a la vida en el planeta. El “Ojo de Mar” es una pequeña laguna que se erige en el medio del salar producto de los cursos de agua que afloran en ese lugar. El agua proviene de la Serranía del Macón y por lo tanto es dulce, pero al mezclarse con la costra de sal se torna salina.