Cuesta del Obispo

VALLES CALCHAQUIES

Por la RP Nº 33 el camino sigue en un despliegue de panoramas diversos, con curvas ascendiendo a una altura de 3.348 metros sobre el nivel del mar.

El camino a Cachi es majestuoso, y quien se adentra en esta aventura se encuentra con paisajes increíbles como la Cuesta del Obispo con su punto máximo en mirador Piedra del Molino, a más de 3.800 msnm, desde donde puede obtenerse una hermosa vista de toda la zona. Las montañas que rodean el pueblo son un atractivo único e imponente.

Son 60 km de continuo zigzagueo, hasta alcanzar los 3.348 msnm. A partir del puente de fierro (pasando las goteras), comienza dominar la típica escenografía vallista con cerros de variados colores que contienen piedras de color rojizo, amarillo o violáceo que se juntan y se entremezclan con la vegetación típica puneña llena de cardones. Por numerosas curvas y contracurvas, el camino sinuoso de cornisa va ascendiendo en medio de un paisaje de pastizal de altura. Se encuentran, además, animales salvajes y domésticos de todo tipo. Se pueden observar picaflores y cóndores que, a menudo, sobrevuelan la zona de manera majestuosa.

Origen del Nombre

La Cuesta del Obispo se llama así porque en 1622, la máxima autoridad eclesiástica de la época, Monseñor Cortázar, viajaba desde la Ciudad de Salta a Cachi y, dado el lento avance que llevaban, tuvo que pernoctar en la mitad de la subida.

En los primeros tiempos, el camino fue llamado "Cuesta de la dormida del Obispo", pero luego se simplificó el nombre.

Históricamente, el Valle Calchaquí era mucho más poblado que el Valle de Lerma. Primero, por los nativos que ocupaban las fértiles tierras a la vera del río del mismo nombre. Luego estos fueron sometidos por los incas y más tarde, conquistados por los españoles después de una larga resistencia. Esta cuesta fue testigo del desarraigo de los chicoanas que vivían en el Valle Calchaquí y que fueron deportados hacia donde hoy se localiza la actual Chicoana, en el Valle de Lerma. Cuentan los viejos pobladores del Valle que en la época colonial y hasta principios del siglo XX se tardaba desde la ciudad hasta Molinos no menos de tres días. Se partía en coche tirado por caballos hasta el pie de la Cuesta, allí se pernoctaba y se seguía a lomo de mula (animal adaptado a zona montañosa, cruza de burro con yegua) o a caballo. Todavía hoy se puede observar por partes el antiguo camino "tropero". Al llegar a la Posta "La Cochera", se cambiaba nuevamente y se seguía en coche. A pesar de todas estas incomodidades, se transportaba de todo. Algunas familias tradicionales poseen pesados y finos muebles traídos desde Europa.

En la actualidad, la Cuesta, de 20 km, es ancha, enripiada y permanentemente conservada. Es irregular su pavimentación debido a que presenta una marcada falla geológica visiblemente reconocible de color amarillento. En el ínterin se pasa por La Herradura, donde por primera vez se descubrió uranio en Salta en 1959.

Piedra del Molino

Es el punto más alto de la Quebrada, a 3.348 msnm y a 93 km de Salta. Desde aquí se aprecia una extraordinaria vista de la Quebrada de Escoipe. En este lugar se encuentran una pequeña capilla de piedra y una piedra de moler tallada en granito de varias toneladas, que da nombre al lugar. Se cuenta que era transportada en carro en el año 1927 y que, por el peso, se partió en dos. Estaba destinada a una estancia del valle y sus dueños jamás volvieron por ella.