Fe y celebraciones religiosas
Religioso
La religiosidad popular se manifiesta en cada rincón de Salta y sus visitantes pueden ser testigos de estas vivencias.
El Milagro en Salta
Cada septiembre el pueblo salteño desborda de alegría y fe, venerando a sus Santos Patronos, El Señor y Virgen del Milagro, en cada una de las diferentes celebraciones en su honor. A partir del 1º de septiembre comienzan las peregrinaciones y el Triduo Solemne se realiza los días 13, 14 y 15, culminando este último día con la procesión y renovación del Pacto de Fidelidad, convocando año a año a más de 800.000 personas.
500 años atrás, sólo peregrinos de esta tierra hacían camino al andar, hoy podemos peregrinar y llegar a esta tierra de Salta desde donde nuestros ancestros abrieron caminos para llegar a la más linda morada “El Santuario del Señor y la Virgen del Milagro”, cobijados en la Catedral Basílica desde el año 1592. Todos los años, peregrinos de toda la provincia llegan a Salta caminando desde los más lejanos parajes ubicados en El Norte Andino, Puna, Norte Verde, Valles Calchaquíes, Sur Histórico y Gaucho, Valle de Lerma y desde Salta y sus Alrededores.
Ahondando en la historia de esta celebración, dice la tradición que el dominico fray Francisco Victoria envió desde España un santo Cristo como obsequio a la iglesia de Salta. La imagen llegó flotando en un cajón al puerto de El Callao, Perú, junto a otro que contenía la imagen de la Virgen del Rosario.
En el puerto de El Callao acontece el primer prodigio: la gente de la ciudad divisa los cajones flotando sobre las aguas y encuentra las dos imágenes. Nunca se supo del navío, ni de la tripulación que los traía. Cuando la comitiva llegó a Salta, se ubicó la imagen del Cristo en el Altar de las Ánimas. Pasaron 100 años y el Cristo quedó completamente en el olvido. En septiembre de 1692 comenzaron los terremotos y la ciudad de Esteco quedó destruida; pero fueron evidentes los signos de protección para la Ciudad de Salta. La gente desolada se dirigió hacia la plaza y quienes entraron en el tabernáculo pudieron observar la imagen de la Virgen caída de su hornacina, en actitud suplicante. En ese momento, el padre José Carrión sintió una voz que le decía que mientras no sacasen en procesión al Santo Cristo abandonado, no cesarían los terremotos. Con dificultad bajaron la imagen y las campanas llamaron a la primera procesión en donde una multitud clamó misericordia, y acabaron los temblores. Entre aquellos primeros hombres y mujeres, y el Cristo y la Virgen, se selló el Pacto de Fidelidad; un pacto que año tras año renovamos. Los pobladores del interior de la provincia llegan a pie en procesión desde sus lejanos lugares de origen, trayendo sus imágenes para participar. El Cristo y la Virgen, luego de la renovación del Pacto de Fidelidad, regresan a la Catedral y antes de entrar una lluvia de pétalos de claveles rojos, blancos y rosados cae desde el campanario al compás del repique de campanas y los pañuelos blancos de los fieles las despiden.
Semana Santa
En la región andina, “El Vía Crucis de las Piedras en Iruya” llama mucho la atención por el armado comunitario de las ermitas en las calles de un pueblo majestuoso rodeado de montañas. Un Vía Crucis procesional de antorchas que recorre las callecitas empinadas del pueblo. Asimismo, el tradicional “Juego de Santa Ana” que consiste en un intercambio de artesanías en miniatura al estilo de los trueques tradicionales, posee una finalidad mágica vinculada a los aspectos rituales de fertilidad y ciclos vitales andinos.
En Chicoana y Rosario de la Frontera, las representaciones escénicas de los Vía Crucis Vivientes son inigualables en despliegue de producción y fervor de quienes participan.
En Metán tiene lugar otro de los eventos destacados: el “Vía Crucis Gaucho” que involucra a toda la comunidad y especialmente a los fortines cuyos jinetes, montados a caballo y con vestimentas tradicionales, marchan por las diferentes estaciones.
En los Valles Calchaquíes, los Vía Crucis procesionales de gran participación popular tienen como referencia distintiva la “Quema del Judas”. Esta ceremonia incluye la lectura del Testamento de Judas, pintoresca narración de virtudes y defectos de vecinos del pueblo, culminando con la Quema de un Muñeco de trapo representando al hablador y traidor.
Finalmente, la Ciudad de Salta también acompaña este gran misticismo popular con el circuito de las 7 iglesias. Los Viacrucis penitenciales de la Iglesia Catedral atraen a participar. En el caso de la Iglesia de la Merced, el Vía Crucis procesional con las imágenes del Cristo Yacente y de la Dolorosa es un evento verdaderamente emocionante.
Por su parte, también en la capital salteña, miles de fieles se congregan en la Cruz del Congreso Eucarístico, para partir desde allí hacia el cerro San Bernardo, donde participan del tradicional Vía Crucis. El ritual, uno de los más sentidos del cristianismo, consiste en recorrer espiritualmente el camino que hizo Jesús hasta el monte Calvario mientras cargaba la Cruz. Las actividades son encabezadas por el arzobispo Mario Antonio Cargnello.
Durante estos días sagrados se comparte con el visitante toda la devoción de un pueblo creyente. Sumado a ello, diversas opciones de paisaje, cultura y tradición. Servicios destacados como el Tren a las Nubes, Museo de Alta Montaña, El Convento San Francisco, proponen combinar un abanico de posibilidades para disfrutar a pleno esta Semana Santa en Salta.
Pachamama
Religiosidad Popular. La ceremonia a la Pachamama -Madre Tierra- es una costumbre aborigen ancestral que llega hasta nuestros días. Es la gratitud del pueblo por todo lo que ella brinda, una ofrenda que inicia junto a la invocación de la Virgen María o el santo patrono del lugar.
Generación tras generación, este ritual ancestral, se cumple en las viviendas particulares o en los lugares públicos. El corazón y espíritu aborigen se confunden con la mirada sorprendida de los que observan con curiosidad el desarrollo de este ritual, máximo exponente del sincretismo religioso, allí se confunden costumbres paganas incas, con la religión católica y las tradiciones de cada localidad. Dentro de un pozo cavado en la tierra, después del tradicional "Kusilla, kusilla, Pachamama", bebidas y alimentos se vuelcan en el pozo: cerveza, chicha, vino, licores, locro, maíz, zapallo, hojas de coca, tabaco... todo lo que es posible gracias a la generosidad de la tierra.
Fiestas Patronales
Las fiestas patronales son una fusión única e indescriptible, este sincretismo religioso solo se entiende si se vive su experiencia. En toda la provincia de Salta se vive una expresión de religiosidad permanente, testigos de estas tradiciones son las capillas, iglesias, santuarios, museos religiosos y sacros; es una provincia en donde la fe de su gente está viva. + info
Ermita Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús
La construcción se realizó con el trabajo de servidores y de peregrinos que concurrían al lugar.
La obra de la Ermita se comenzó en mayo de 2001 y a partir de esa fecha comienza el rezo del Santo Rosario los días sábados por la tarde. A esos días se le suman peregrinos que suben a visitar el lugar los días de semana, haciéndolo por un sendero peatonal construido para acceder al lugar, desde la base del cerro, recorriendo 1500 metros -este recorrido también puede realizarse en auto- y subiendo 500 metros de altura para llegar a la cima del cerro más alto próximo a la Ciudad de Salta, en el barrio de Tres Cerritos.
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